Con un huerto podemos cultivar nuestras propias hortalizas de forma natural, sin químicos y buscar crear conciencia ecológica en la comunidad.

 

Cultivar nuestros propios alimentos es una  pasión que podemos compartir con los niños para educarlos desde pequeños a la auto producción y a estar en contacto con la tierra (que es muy necesario en esos tiempos en que la tecnología a pasado a tomar parte importante de nuestras vidas). Por medio de las labores que se realizan en un huerto, también es posible enseñarales a los niños el trabajo en equipo.

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No es necesario tener un gran espacio para iniciar nuestro huerto, también es posible una mini huerta con maceteros, cajones o cualquier recipiente que se nos ocurra, incluso utilizando materiales reciclados. Es cosa de utilizar nuestra imaginación y de esta manera crear un espacio en nuestras casas o departamentos donde los niños puedan crear hábitos y ayudar a mostrarles un estilo de vida saludable.